SEGUROS Y NATIVOS DIGITALES
Seis grandes tendencias internacionales están marcando el rumbo que debe tomar el sector salud en México, en aras de lograr niveles elevados de acceso, cobertura, calidad y razonabilidad en costos. La tecnológica, en específico, está cambiando la manera de proveerla y abriendo nuevas oportunidades de hacer negocio: modelos, visión y estrategia forman parte de ella.
Uno: envejecimiento
Se espera que en 2015 un 21 por ciento de la población sea de mayores de 65 años. Entre tanto, en 35 años más 2.5 personas en edad productiva llevarán la carga de sostener a un adulto mayor de 65 años, dada la problemática de jubilación y ahorro, y la inversión actual en materia de salud se triplicará. Lo pendiente: cómo lograr la eficiencia y el incremento en el ingreso per cápita de estos 2.5 ciudadanos, para que puedan tomar la carga de uno mayor.
Dos: evolución del comportamiento del cliente
Alrededor de 18 millones de mexicanos forman el bloque de la clase media y poco más de 50 millones el grupo de población en pobreza extrema. Esta disparidad genera niveles de demanda diferentes, que dan cabida a realizar distintas inversiones y buscar modelos diferentes de clientes, acordes a cada tipo de consumidores y clientes.
Tres: globalización
El incremento del sector turístico: migración y viajes de negocios, ha traído consigo retos pendientes de atender en materia de salud por parte de todos los países, como en los casos del H1N1, Ébola y, más positivamente, el turismo médico, también un tema pendiente de potenciar en el país.
Cuatro: financiamiento
La diabetes es una de las enfermedades que aqueja la salud mundial de la población de adultos mayores. El Instituto Mexicano de la Competitividad ha estimado que los 10 de cada 100 mexicanos en edad adulta que padecen diabetes representan un costo de alrededor de 80,000 millones de pesos para el país. Esto recalca el reto y el papel que tiene que jugar el sector asegurador con los modelos de colaboración público-privada.
Cinco: cambio en el estilo de vida
“El nuevo tabaco es el sedentarismo”. La inactividad física es un problema de salud pública mundial, como lo ha señalado la Organización Mundial de la Salud (OMS). El tema está relacionado con un cambio cultural basado en incentivos que beneficie la salud de la población, y es todo un desafío también para los gobiernos.
Seis: Cambio tecnológico
La transformación digital cobra cada vez una celeridad más fuerte, y está dando lugar a nuevos modelos de negocio, lo cual genera expectación sobre lo que está pasando con esta industria y las oportunidades y amenazas que pueden presentarse.
Decisión empresarial: “Necesitamos gente visionaria”
Datos compartidos por Ricardo Casares Cebrecos, director de Consultoría en PWC México, revelan que los llamados “nativos digitales” ocuparán, en los próximos tres a cinco años, una parte importante de la población a nivel mundial, lo que lleva a replantear la forma de comunicarse con ellos.
“En un par de años los nativos digitales –esos niños que ya nacieron con el celular en la mano, que ya están conectados con la tecnología–, constituirán la mayor parte de la población, a diferencia de nosotros, los conversores digitales, que tenemos un poco más de edad pero hemos aprendido a manejar la tecnología.
Estamos en una década de cambios que ya va en decremento, y ni qué decir de los consumidores tradicionales, aquellos que nunca lograron adaptarse a la tecnología y siguen huyendo de la computadora: prácticamente desaparecerán en los dos años próximos. Viendo esto, la forma de comunicarnos con ellos tiene que ser totalmente diferente. Ya no podemos pensar en hacerlo del mismo modo en que lo hemos hecho en todos estos años, en que lo hacíamos tradicionalmente.
¿Cómo estamos tomando las decisiones hoy en día en nuestras empresas? Es posible que las encuestas y/o estudios que pudimos hacer para conocer la preferencia de nuestros clientes nos estén sesgando, dándonos una visión equivocada de lo que realmente viene con este cambio, porque hemos estado encuestando a personas que ya serán minoría, es decir: no estamos encuestando a las personas correctas. Necesitamos tener en nuestras empresas gente que esté “visionando” lo que está llegando, lo que está pasando, e ir preparándonos para ello, advierte el actuario.
Nuevos riesgos, nuevas formas de evaluar: las prácticas internacionales
Hay compañías de seguros en el mundo que ya están cotizando pólizas de acuerdo a los hábitos de las personas, pues cada una de ellas presenta riesgos diferentes, y las aseguradoras los están tomando para evaluar, y no sólo eso: algunas ya tienen aplicaciones para el teléfono celular mediante las cuales les van dando puntos a sus asegurados si éstos, por ejemplo y en el caso de seguros de Automóviles, manejan bien, y así los van incentivando.
En este sentido –quien también se ha desempeñado como responsable del ramo de Salud y Gastos Médicos en empresas líderes del sector-, Ricardo Casares refirió que en muy poco tiempo una muy buena parte de la población estará conectada a una serie dispositivos electrónicos que la ayudarán a medir y monitorear las variaciones de su estado de salud.
Dijo que entre ellos se encuentran, por ejemplo, los dispositivos monitores de tecnología inalámbrica relacionados con el ejercicio físico y la salud; la ropa deportiva inteligente con sensores que recaban información de la actividad del corazón, el ritmo cardiaco y los niveles de sudoración, o los parches inteligentes para diabéticos.
En ese tenor, Google desarrolló un lente de contacto para diabéticos que mide en tiempo real los índices de glucosa de una persona y detecta cualquier descompensación que pudiera llegar a tener; de manera automática envía una señal al teléfono celular y éste comunica la información con su médico tratante.
Todo esto ya es una realidad, los dispositivos están transformando la manera de ver la salud, y esto puede ser el principio de una revolución en la salud realmente porque ¿qué otro dispositivo móvil más personal tenemos que el teléfono celular? Si ése lo tenemos conectado a lo que nos está pasando en el cuerpo, ya tenemos en él toda la información, explicó.
El también integrante del Comité de Salud de la Asociación Internacional de Actuarios (IAA por sus siglas en inglés) refirió que hasta el día de hoy existen alrededor de 45 mil aplicaciones relacionadas con la salud, y otras, más avanzadas, con medicina genómica que permiten medir la dosis exacta de medicamento requerido por un paciente, sobre todo para tratamientos relacionados con cáncer.
Sobre los pacientes, Ricardo Casares dijo que éstos se involucran cada vez más en el tratamiento de su salud, y ya no se atienen a las indicaciones del médico sin preguntar sobre lo que padecen, lo que necesitan y cómo será atendido. El paciente está más informado ahora y lo cuestiona todo, aseguró.
Como referencia a esta realidad, compartió las siguientes estadísticas arrojadas por una reciente encuesta hecha por PWC con personas de Estados Unidos:
- 45 por ciento de las personas se muestra dispuesta a adquirir monitores para su salud
- 82 por ciento está dispuesto a recibir nuevas formas de tratamiento médico
- 75 por ciento dijo querer involucrarse en las decisiones médicas para determinar el tratamiento de su enfermedad
- 74 por ciento está dispuesto a tener citas virtuales con su médico tratante.
A una gran cantidad de jóvenes se le preguntó sobre qué tan dispuestos estarían a compartir a la aseguradora su información de salud para que la empresa supiera qué estaba pasando y respondieron: ʻBueno, si esto me trae algún beneficio en mi seguro, como algún descuento en mi póliza, sí estaría dispuesto a que la compañía tuviera esta información”.
Kaiser Permanente (compañía estadounidense de seguros médicos online) ofrece alrededor de 15 millones de consultas al año, y advierte que las consultas presenciales van en ligero decremento. Hoy, los asegurados realizan sus consultas médicas de manera virtual, por teléfono o computadora, y se espera que para el año 2020 esta tendencia se vea rebasada, admitió la organización.
Otro ejemplo de esta tendencia lo presentó publicación del New York Times en abril de 2008: un asegurado comparte su información con la compañía de seguros con la cual tiene su contrato y ésta sabe cuándo su asegurado llegó al gimnasio, cuánto tiempo estuvo ejercitándose, etcétera. Es evidente que a la aseguradora le interesa invertir en la salud de la persona para mantenerlo vivo y sano porque su plan es tratar de evitar el pago de siniestros y ha decidido invertir en esto.
A cambio de que la persona le comparta a la compañía de seguros cuáles son sus hábitos de ejercicio, sus niveles de colesterol y otra información médica, él recibe puntos que va acumulando de acuerdo a como se va ejercitando, obteniendo además algunos beneficios, como descuentos, en su póliza: “Cada sábado me levanto temprano, voy a jugar golf y eso me da puntos para acumular en mi seguro médico”, dice.
Casares refirió que, a nivel internacional, casos como éstos los están poniendo en práctica aseguradoras de Sudáfrica, Europa, Singapur y Australia. Por ello, señaló, “tenemos que reaccionar: nuestro mercado está cambiando. Si no lo hacemos y adaptamos, y seguimos haciendo las cosas como las hemos estamos haciendo hasta ahora, seguramente otro más lo hará”, puntualizó.
Telesalud, mHealth y eHealth: nuevos modelo de negocio
Por su parte, José Alarcón Irigoyen, consultor de negocios con más de 30 años de experiencia en proveer soluciones de transformación del sector salud en diversas ramas, manifestó que la práctica de la Telesalud, o salud a distancia, es uno de los programas que está cambiando el rumbo de la salud en México, con un enfoque de medicina preventiva.
Se trata de una plataforma multicanal con servicios de acceso a citas vía internet o telefónica que están habilitando modelos de negocio basados en call centers, en tecnología de telecomunicaciones y de cómputo. Tiene servicios de acceso como las del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el PrevenIMSS o el PrevenISSSTE, pero con mucha más gestión para tener el web doctor o el multichannel doctor basado en protocolos médicos.
“Los nuevos modelos de negocio para lugares con escasos recursos nos llevan precisamente a lo siguiente: en Estado de México se está llegando a lugares remotos (donde no hay ancho de banda y por consecuencia teléfonos celulares, por ejemplo) con los especialistas que se necesitan a través de robots de Telemedicina.
Los elementos de integración tecnológica, como dispositivos médicos, están retomando un posicionamiento para integrar soluciones junto con la parte de medicamentos e infraestructura hospitalaria, y funcionar en conjunto con telecomunicaciones, movilidad en términos de acceso y mayor aceptación de médico y paciente a través de este tipo de plataformas.
Con base en un estudio referente a esto, podemos ver que si habilitáramos el acceso de medicina a distancia –para un estimado de población de un poco más de 15 por ciento de la población mexicana– con robots y aplicaciones, podríamos estar liberando hasta 5,700 millones de pesos. La cifra puede parecer mucho o poco en función de cómo se le vea, pero si el gasto público total en salud ronda en alrededor de los 500,000 millones de pesos, estaríamos hablando de 1 por ciento aproximadamente.
Alarcón Irigoyen recalcó: Con solo empezar a revisar el tema de Telemedicina, ya estamos liberando 5,700 millones de pesos y esto podrían servir para dar mayor acceso a la salud a 2.3 millones de mexicanos, prácticamente más de 10 por ciento de los 18.3 millones que no tienen acceso a la salud ni siquiera a través del Seguro Popular.
Retos de acceso en México
¿Qué es lo que ha ayudado a tener acceso o no a la mHealth [y eHealth]?, continuó José Alarcón.
De manera breve, apuntó:
- Marco regulatorio y de política pública más focalizado en responsabilidades para los involucrados
- Incentivos económicos a la adopción, orientados a facilitar la comercialización de mHealth
- Estructurales: en cuanto al expediente clínico electrónico, los esfuerzos para instrumentarlo se dificultan al tener la estructura de silos en el SNS
- Tecnológicas: las redes de telecomunicaciones pueden ser suficientes. Aun así, falta la plataforma de interoperabilidad de las soluciones para alcanzar una escala de costo/efectividad.
“El expediente clínico electrónico es todavía un reto en México. Como plataforma sigue siendo una barrera que, conforme las vayamos habilitando y tengamos esa inteligencia, nos van a liberar el poder tener más y mejores soluciones”, añadió el maestro en Administración, destacando la lista de beneficios que podría traer el potenciar un proyecto como el de la telepresencia con el objetivo de llevar más y mejor salud a los mexicanos:
– Bajos costos de mantenimiento preventivo y correctivo
– Facilita la educación a distancia
– Reduce gastos indirectos consecuencia del traslado
– Promueve la atención a pacientes críticos (urgencias y UTI) en zonas rurales y marginadas del estado
– Mejora la atención intrahospitalaria
– Facilita el acceso a servicios de salud de especialidad
– Reduce la mortalidad a causa de patologías graves
En conjunto, el par de especialistas concluyó:
La Telemedicina, la mHealth y eHealth, ya es una realidad en México, y está funcionando. La tecnología está trasformando nuestro negocio, los dispositivos, las aplicaciones, la mHealth y la eHealth. Con todo esto, las comunidades remotas a las que antes era muy difícil acceder con servicios de salud, sobre todo para los gobiernos, ya es una realidad. Ahora pueden tener acceso y evitar largos traslados a lugares donde haya un hospital para atenderse.
La otra parte que nos está transformando es la de los nativos digitales. Hay hospitales, doctores, aseguradoras, gobierno, regulación…, pero no estamos viendo a los nuevos entrantes a los mercados que probablemente nos muevan el tapete en nuestro negocio. Existen ya las coberturas de seguros UBI (Usage-Based Insurance) que cotizan en base a la usabilidad que una persona le da a su seguro, etcétera.
Creemos que las compañías de seguros que empiezan a tener este tipo de lanzamientos de producto tendrán mucho éxito de atraer sobre todo a la gente sana, joven, que son las personas que mantienen vivas las compañías de seguros. ¿Y qué necesitamos para tener un seguro de este tipo? En primer lugar, una plataforma de inteligencia, y no de información que nos esté dando datos. ¿Cómo va a cotizar el actuario de una compañía, si no hay datos? ¿Nuestras plataformas de datos son las adecuadas, o seguimos batallando con la decodificaron de las reclamaciones?
Si no tenemos esa base mínima hoy, ¿cómo vamos a esperar empezar a recibir toda la información que se viene por el analytics y el Big Data con base en estas nuevas tendencias? Es muy bueno que todas las personas tengan teléfonos celulares y puedan compartir información pero ¿en dónde la vamos a recabar y cómo la vamos a procesar?
Todo esto va englobado a lo que se le conoce como una estrategia digital: en cada una de nuestras empresas debemos estar teniendo esa visión de cuál es la estrategia digital que debemos tener para estar preparados para atender a esta población que, como se señaló, los nativos digitales ya están aquí y en solo dos años van a ser mayoría.
No podemos seguir actuando de la misma manera. En el sector asegurador hemos venido manejando las mismas cosas, los mismos productos; los diferenciales son muy pocos entre las compañías y no ha habido mucha innovación ni mucho acceso a la tecnología. Si no cambiamos nosotros, alguien más lo hará, y se llevará lo que hoy es nuestro mercado. Esto debe ser una llamada de alerta acerca de que tenemos que ser mucho más severos con relación a cómo estamos actuando y cómo nos relacionamos con los proveedores: hospitales, médicos, etcétera.
La tecnología viene a darnos oportunidades de hacer más eficiente la operación, de liberar recursos, de bajar costos, de atender a más gente. Entonces, la tecnología que está llegando nos va a permitir atender más cosas, de un modo más económico.
El reto es fuerte. Tenemos un panorama alentador, pero lo podemos ver de dos maneras: como un reto y una amenaza en nuestro modelo de negocio o como una oportunidad de ser una compañía pionera que avance, que dé una ventaja competitiva a través de una adopción rápida de estos esquemas, para darle un valor agregado a nuestro mercado.
Las preguntas son:
¿México está preparado?
¿En el sector asegurador estamos haciendo algo ante todo esto que se nos viene?