Pemex y el Ferrari que no se puede manejar

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Si comienzo informándote que el Plan de Negocios de Pemex se presenta en las siguientes semanas seguro me dejas de leer en este momento, pero si te digo que en ese documento la petrolera que nos ha mantenido por muchos y muchos años, se está jugando las últimas cartas de su existencia, llamaría tu atención.

Hace tiempo un amigo me contó que se encontraba haciendo un plan de comunicación para una empresa con un pie en la bancarrota… reconoció que era el reto más importante de su vida y como tal se lo tomaba con gran preocupación. La estrategia, dijo, sería “mostrar un Ferrari que no se puede manejar”.

Pues bien. Pemex está agonizando, no te voy a inundar de números pero hay dos que sí debes saber: en lo que va de este gobierno ha dejado de ganar mucho dinero, lo suficiente para preocuparse de que ya no le presten, y para haber frenado 80 por ciento de la inversión en algunas de sus líneas de negocios, aunado a que para 2017 enfrentará un recorte de más de 100 mil millones de pesos en su presupuesto, que es alrededor poco más de una quinta parte de todo lo que ha recibido en otros años, cuando la situación no era tan crítica.

El problema es que ese Plan de Negocios tiene que convencer a los mercado financieros de que la petrolera es confiable y de que pueden seguirle prestando, pues en el documento vendrán a detalle el programa de inversiones que tiene en mente el buen José Antonio González Anaya, director de Pemex. Un programa que resulta todo un misterio pero que aseguran, requerirá medidas drásticas en cuanto se refiere a la clasificación de aquellos activos que no son estratégicos, es decir, se hará más chica.

El Plan de Negocios que proponga, contará con el aval de su seinsei y tocayo, José Antonio Meade Kuribreña, el nuevo secretario de Hacienda, con quien ya ha trabajado y conoce perfectamente.

La esperanza para Pemex, según cuentan desde adentro, es que haga alianzas con otras petroleras, alianzas en las cuales Pemex no invertiría dinero, sino recursos humanos y valiosa experiencia, es decir, viviría de sus rentas, al menos en esa parte del negocio.

Pero dar y dar números en el documento no traerá los beneficios esperados, debe tratarse, más que de un Plan de Negocios, de un Plan de Acciones que lleven a la petrolera a romper círculos viciosos, un plan que alcance al sindicato, que haga valer esa autonomía que le fue conferida en la Reforma Energética, y en el cual el director, en su primer Plan de Negocios, nos muestre un motor, volante y cuatro llantas, que se puedan manejar, aunque no sea un Ferrari.

Este espacio es nuevo en El Financiero, y quiero que tú me ayudes a construirlo. ¿Qué temas de energía te interesan y/o preocupan?

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