PEMEX, EL REY QUE PUEDE PERDER SU TRONO

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«Somos la mayor compañía de México, de acuerdo a la edición especial de la revista Expansión de junio de 2015”. Así se presentó Pemex ante sus inversionistas a nivel internacional en su reporte anual del año pasado, aludiendo a la edición de ‘Las 500 empresas más importantes de México’ de este grupo editorial.

“El petróleo es la actividad más rentable y Pemex ha tenido el monopolio por 76 años”, dice Miriam Grunstein, analista del sector petrolero y abogada.

Sin embargo, Pemex puede ahora perder ese primer puesto en el ranking, que ocupa desde hace más de cuatro décadas.

El hundimiento de los precios del petróleo y la caída de su producción de barriles —por el declive de algunos de los mayores yacimientos del país, como Cantarell— ponen en jaque a la petrolera nacional.

Las cifras son contundentes. Pemex está de nuevo en el trono de ‘Las 500’, pero junto a la Comisión Federal de Electricidad (cfe) es la única de las 10 principales del ranking con una caída en sus ingresos anuales: sus ventas de 1.16 billones de pesos fueron 26.5% menores en 2015 que las de un año antes. De seguir esta tendencia, América Móvil, la compañía de Carlos Slim, puede superarla y ser el año próximo la mayor empresa del país.

Pemex está obligada a reinventarse.

La petrolera mexicana ha puesto en marcha un plan para sobrevivir: busca quedarse con los negocios que le generan mayor rentabilidad y asociarse en las demás actividades. Incluso se plantea vender los segmentos en los que pierde dinero. Esto puede llevarle a deshacerse de subsidiarias completas en el mediano plazo, reconoció Juan Pablo Newman, director corporativo de Finanzas de Pemex, a Expansión en marzo.

“En cinco años no veo a nadie que le quede duda sobre la actividad a la que se dedica Pemex. Qué hace o no hace y con quién está asociado y por qué”, afirmó.

Pemex analiza actualmente si debe seguir participando en negocios que ya no son rentables para la compañía, ahora que la reforma energética permite la entrada al país de empresas privadas que pueden hacer esos trabajos.

“Durante años, la empresa ha reportado pérdidas en actividades como refinación y transformación industrial, por lo que es necesario trabajar para que, en el futuro próximo, Petróleos Mexicanos pueda revertir esta situación”, resumió el consejo de administración de Pemex en su evaluación sobre los resultados de 2015, publicada en abril.

Los directivos de la compañía visitaron ese mes a los inversionistas en Nueva York para presentarles sus planes. En esa reunión repitieron que pretenden vender activos de refinación a compañías privadas. Esto implicaría convertirse en una empresa más pequeña.

“Lo que tiene que hacer Pemex es definir su negocio y alcance, y buscar ser el número uno en lo que decida permanecer. En ese sentido, si vas a ser mucho más eficiente y a crear más valor, no importa que tengas menos activos”, asegura Rubén Cruz, socio líder de la práctica de Energía y Recursos Naturales de la consultora KPMG en México.

La petrolera debe actuar con urgencia, coinciden las fuentes consultadas. Pemex —que no respondió a la solicitud de entrevista para este reportaje— reportó pérdidas netas por más de 712,500 mdp en 2015. Fueron las mayores en su historia.

La refinación, no tan atractiva

Por supuesto, si Pemex vende los activos que considere no estratégicos, mermará sus ingresos anuales. Por ejemplo, la parte de refinación, una de las actividades que se plantea abandonar o reducir, generó más de 585,000 mdp el año pasado, casi la mitad de sus ventas totales.

“Pemex está buscando en concreto inversionistas, alianzas o hasta la venta de terminales de almacenamiento”, apunta Thomas E. Heather, counsel de la firma legal Haynes & Boone México, que asesora a empresas extranjeras que buscan ingresar al mercado mexicano.

El problema es que estos negocios no le son rentables. Pemex Refinación generó pérdidas operativas por más de 276,000 mdp de 2013 a 2015.

Además, la refinación de Pemex tuvo su peor nivel de producción en 25 años, según datos de la petrolera desde 1990, la última cifra disponible. Promedió 1.06 millones de barriles procesados en 2015, una baja de 7.8% frente a 2014.

“Debemos recordar que del total del presupuesto, sólo se asigna a Refinación entre 8 y 12% del total. Eso no está generando inversión para modernizar (las plantas)”, recuerda Ramsés Pech, analista del sector.

Esta baja inversión explica el alto costo del mantenimiento de esta actividad y su escasa rentabilidad, asegura el experto. Sin embargo, Jaime Espinosa, socio de KPMG, advierte que la petrolera no debe dejarse llevar por las presiones por encontrar liquidez y tiene que evitar deshacerse de aquellos activos en refinación que sí pueden generar rentabilidad.

Pemex también deberá decidir qué sucederá con sus otros negocios, que tras la última reestructura quedaron divididos en Exploración y Producción, Transformación Industrial, Perforación y Servicios, Fertilizantes, Etileno, Logística y Cogeneración Eléctrica.

“Yo esperaba ver a Pemex Cogeneración en la primera subasta eléctrica —hecha en marzo para permitir a las empresas entrar al sector—, como vimos a CFE. Los proyectos que traen y las oportunidades ahí están”, dice César Hernández, subsecretario de Electricidad de la Secretaría de Energía.

Pero el estrés financiero de la petrolera la ha disuadido de entrar a este tipo de negocios, más allá de su actividad estrella de extraer y producir crudo, que es la que más ingresos le reporta, añade el funcionario.

Nuevas soluciones

La Fibra E, un instrumento financiero especializado para que Pemex y la CFE puedan capitalizar sus activos y obtener fondos para invertir, avanzó en su creación a inicios de este año con la publicación de nuevas reglas legales.

Sin embargo, aprovechar la Fibra E para vender su infraestructura y conseguir recursos no le va a resultar nada sencillo a Pemex, opina Grunstein. El motivo es que las ineficiencias de sus plantas, tanto en términos tecnológicos como por el tamaño de su plantilla laboral, hacen que estos negocios no sean tan atractivos para los inversionistas.

Además, está la incertidumbre legal, afirma Heather. “Yo sé que mientras haya esta administración esas reglas no van a cambiar, pero qué me garantiza que no van a cambiar cuando llegue una nueva administración, o bien que el nuevo presidente tenga otra visión sobre el régimen fiscal de la Fibra E”.

Pemex prevé presentar los primeros activos para incluir en la Fibra E en el próximo año. Sin embargo, su madurez puede tardar más de un lustro, como sucedió con la implementación de las Fibras, dice Espinosa, de KPMG.

En busca de amigos

Los expertos consultados coinciden en que la petrolera debe ocuparse de lo que mejor sabe hacer: producir crudo en aguas poco profundas.

“Hay cosas para las que Pemex es buena y otras para las que no. Sin duda, Pemex tiene ventajas porque sus recursos se encuentran en aguas someras (poco profundas), donde es líder a nivel mundial”, apunta Cruz, de KPMG.

Pero los recortes de los últimos dos años en el presupuesto de Pemex se concentraron justo en el área de la exploración de petróleo. Por ello, la empresa va a requerir de socios para cubrir la falta de capital para operar.

“Es muy alto el interés del sector privado para ver cómo se decide asociar Pemex en aguas someras”, asegura un directivo de una petrolera privada, ganadora de una de las licitaciones para entrar al sector en México, que pidió no ser identificado.

De todo esto dependerá que, al próximo año, Pemex pueda volver a presumir su liderazgo ante los inversionistas.

Al fin y al cabo, se dedica a la actividad más lucrativa, afirma Grunstein. “Como decía Rockefeller: el mejor negocio del mundo es el petrolero bien llevado, y el segundo mejor es el petrolero mal llevado”.

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