LAS CINCO D DE LA FELICIDAD

Frecuentemente se escuchan frases como: “Quiero  ser feliz”, “Lo único que busco es ser feliz”, “Debo  estar motivado siempre en mi trabajo para estar feliz”, etcétera.  Lo anterior me lleva a un cuestionamiento: ¿no será que por estar buscando la felicidad nos la estamos  perdiendo? Sobre todo, considero que es importante preguntarnos cuál es nuestra disposición para ser felices.   

Aunque nunca existirán recetas exactas para trabajar con la infinita serie de problemas que caracterizan al mundo humano,  he diseñado un modelo que podrá ayudarte a tener una visión holística sobre tu capacidad para ser feliz y, sobre todo, a asumir un papel más proactivo y autogestionable  ante las circunstancias que ocurren en el día a día, dentro de una organización, como empresarios, trabajadores de diferentes oficios, etcétera.

El modelo abarca cinco  D

Desdramatización.  ¿Cuánto tiendes a exagerar los problemas o a minimizar las virtudes?

Debemos lograr  conservar un pensamiento neutral sobre las situaciones a las que nos enfrentamos.

Hay que saber  manejar nuestras emociones de  una manera más efectiva y principalmente objetiva.

Derreflexión.  ¿Te has puesto a pensar en cuántos problemas se resolverían simplemente no prestándoles tanta atención?

La derreflexión  significa liberarnos de los problemas que surgen justamente por pensar demasiado, es decir,  por causa de la hiperreflexión.

Dignificación.  ¿Eres capaz de reconocer el esfuerzo aun cuando las metas no se han conseguido?

Las organizaciones y las personas estamos enfocadas en el  logro de resultados y el cumplimiento de metas: es su naturaleza;  pero también hay que reforzar la dignificación del esfuerzo aun cuando la meta no se haya  obtenido.

Decisión.  ¿Eres víctima de las circunstancias?

“El hombre está condenado a ser libre”, expresaba Sartre.

Bajo cualquier circunstancia somos libres de escoger la respuesta que queremos dar. No podemos escoger lo que nos ocurre, pero sí la respuesta que damos ante lo que nos pasa.

No somos libres de…,    pero sí  somos libres para…    

Descentramiento. ¿En dónde está tu enfoque? ¿En lograr sólo resultados para ti o en buscar impactar en los otros?

Tiene dos ramas:

  1. Olvido del yo: implica   ser valientes para detectar esa creencia malsana en nuestra propia importancia  (ego).
  2. Autotrascendencia: tiene  su significación en la posibilidad de salir hacia el otro y dejar un legado.
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