La presión de EEUU sobre Irán dispara los precios del petróleo y recrudece el choque entre ambos
El petróleo sigue imparable en su escalada desde comienzos de año y ha encontrado este lunes un motivo más para ampliar el rally que dibuja durante 2019. La razón hay que buscarla en EEUU, donde el Gobierno de Donald Trump ha anunciado que no renovará las exenciones que permitían a ocho países comprar petróleo iraní, en un intento por presionar el principal producto de exportación de la República Islámica.
La noticia, adelantada por medios como The Washington Post o Financial Times, ha sido confirmada por la Casa Blanca a primera hora de la tarde: «El presidente Donald J. Trump ha decidido no renovar las Exenciones Significativas de Reducción (SRE, por su siglas en inglés) cuando expiren a principios de mayo […] Esta decisión pretende llevar a cero las exportaciones de petróleo de Irán para privar al régimen de su principal fuente de ingresos», recoge el comunicado emitido por el Gobierno estadounidense.
Trump recrudeció la presión sobre Irán en 2018, tras su retirada unilateral del pacto nuclear firmado tres años antes. Esa retirada conllevó el restablecimiento de las sanciones de Washington contra Teherán, entre ellas, las que penalizaban las compras de petróleo de otros países a Irán. Sólo ocho estados estaban exentos de las multas -China, Grecia, India, Italia, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Turquía-, pero a partir del 2 de mayo tampoco podrán acogerse a ellas.
Las consecuencias más inmediatas de la medida han tenido su reflejo en la cotización del crudo, cuyo valor se disparó a primera hora de la mañana. El barril de Brent (de referencia en Europa) repuntó un 3% respecto al cierre anterior, hasta situarse en 74,20 dólares, el máximo en lo que va de año; el barril de crudo West Texas (de referencia en EEUU), por su parte, superó los 65,5 dólares, frente a los 64 dólares del último cierre.
El Brent deja atrás así los desplomes de 2018 y reafirma su remontada en lo que va de año. El barril terminó 2018 en el nivel de los 50 dólares y desde enero, el precio ha subido en torno a un 40%; sólo en el último mes, la crecida supera el 9%.
ENFRENTAMIENTO
Sin embargo, el rally en los precios es sólo la primera de las consecuencias que podrían derivarse del anuncio de Trump. La medida ha reactivado el enfrentamiento entre EEUU e Irán y ha llevado a otros estados a tomar tomar posiciones ante un nuevo choque entre ambos.
Teherán ha calificado las sanciones como «ilegales» y ya ha dejado claro que no lo va a poner fácil. «Las exportaciones de petróleo de Irán no se reducirán a cero bajo ninguna circunstancia a menos que las autoridades iraníes decidan detenerlas», ha asegurado un responsable del Ministerio de Petróleo iraní, bajo condición de anonimato, en unas declaraciones a la agencia semioficial Tasnim recogidas por Efe. «El mercado petrolero internacional necesita el crudo iraní y la República Islámica tiene muchas opciones para vender su petróleo», ha añadido la misma fuente.
Su principal amenaza pasa por bloquear el estrecho de Ormuz, un paso estratégico entre Irán y Omán por el que circula en torno al 20% del crudo de todo el mundo. De cumplirse esta advertencia, los problemas podrían llegar al suministro y a los precios del petróleo.
EEUU ya había calibrado estos riesgos antes de poner fin a las exenciones, o eso al menos se desprende de las palabras de su secretario de Estado, Mike Pompeo, quien ha asegurado que Washington coordinará el «suministro global» con Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos y vigilará el incremento de los costes.
Arabia Saudí se ha ofrecido a mediar en la situación y ha asegurado estar dispuesta a «estabilizar» el mercado. Riad «sigue comprometida con su política de estabilizar el mercado», ha asegurado el ministro de Energía, Jaled al Falih.
Israel, por su parte, ha celebrado la decisión estadounidense. «La Administración Trump y nuestros aliados están determinados a sostener y ampliar la campaña de máxima presión económica contra Irán para poner fin a la actividad desestabilizadora del régimen que amenaza a Estados Unidos y a nuestros socios y aliados, así como a la seguridad en el Medio Oriente», ha asegurado el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu.