HÁBITOS POCO SALUDABLES, EN 3 DE CADA 10 CASOS DE CÁNCER EN MÉXICO

Pese a que la esperanza de vida en el país ha aumentado considerablemente en los últimos años, la terrible costumbre de consumir alimentos con alto contenido calórico e ingerir gran cantidad de bebidas carbonatadas y azucaradas está ocasionando devastadoras consecuencias para los mexicanos, mujeres y hombres de todas las edades, mujeres.

Así lo afirmó Juan Carlos Muñoz Espinosa, médico de seguros y director del Sistema Integral de Salud de Grupo Financiero Banorte, en el marco de la sesión mensual de la Asociación de Seleccionadores de Riesgos en el Seguro de Personas (Aserp), durante la cual dijo de manera categórica que 30 por ciento de los casos de cáncer en este país tiene como origen hábitos de vida poco saludables.

El especialista dictó una conferencia magistral titulada “El beneficio de la medicina preventiva en los planes de seguros de Salud”, en la que señaló que tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, sedentarismo, dieta saturada de calorías, estrés excesivo y mala calidad del sueño son las principales causas de este proceso mórbido, que cada día es   más mortal y frecuente entre los mexicanos.

El ejecutivo de Grupo Financiero Banorte alertó asimismo sobre la disminución de la expectativa de vida en quienes padecen cáncer, que es de apenas 63 años, una realidad que calificó como preocupante, puesto que en la actualidad tres de cada 100 mexicanos sufren de este padecimiento cronicodegenerativo.

El especialista médico también subrayó que en materia de morbilidad las estadísticas confirman que los estilos de vida laxos causan un sinfín de enfermedades letales en México, un país caracterizado por altos niveles de obesidad y rechazo generalizado a la actividad física. Agregó que los padecimientos cardiovasculares, la diabetes y el cáncer son las principales causas de muerte entre los habitantes de este país.

“No quedan dudas de que factores como la obesidad juegan un papel determinante en varios tipos de cáncer. Además, la falta de ejercicio y la ingesta exagerada de bebidas azucaradas está matando brutalmente a los habitantes de este país. Si nos damos cuenta, todas estas variables podrían ser eliminadas si los ciudadanos modificaran su manera de vivir. Si eso se lograra, podrían disminuir sustancialmente la probabilidad de padecer enfermedades tan devastadoras”, explicó Muñoz Espinosa.

Siniestralidad, por las nubes

Juan Carlos Muñoz reconoció que el cáncer está provocando efectos negativos en el sector asegurador mexicano. En tal sentido, detalló que la siniestralidad de las compañías de seguros se ha visto agudizada por el padecimiento, puesto que esta clase de siniestros afecta drásticamente a la rentabilidad de las organizaciones por su grado de severidad.

El médico de seguros expuso que las enfermedades mentales y del sistema nervioso, traumatismos, infartos, diabetes, nacimientos prematuros y padecimientos digestivos también han aumentado su nivel de frecuencia en los últimos tiempos, por lo que la rentabilidad del ramo de Gastos Médicos se ha visto profundamente afectada.

“Hemos visto con tristeza cómo, con el paso del tiempo, el problema de la obesidad adquiere un mayor nivel de gravedad. Lo dramático de la situación es que las personas que la sufren son las que experimentan más problemas en el sistema circulatorio. Sin sin embargo, se pueden tomar medidas preventivas para revertir esta realidad: simplemente la forma en que consumen alimentos y el respeto de los horarios de comida serían un primer paso fundamental si quieren que este flagelo deje de afectarlos”, explicó Muñoz Espinosa.

Lo que sigue sorprendiendo, continuó el directivo de Grupo Financiero Banorte, es la aparición del cáncer, ya que no existen vacunas para evitarlo ni los síntomas son tan evidentes como para permitir identificar que una persona es víctima de este padecimiento; no obstante, aclaró que las medidas preventivas sí pueden incidir en el desenvolvimiento de esta enfermedad, por lo que exhortó a las compañías de seguros a redoblar esfuerzos en este ámbito, de manera que eviten pagar siniestros costosos, sobre todo si detectan la alteración celular en sus inicios.

Costo mortal

Durante su exposición, Muñoz Espinosa se refirió a la mala costumbre de no desayunar, un comportamiento que muchos mexicanos repiten cotidianamente. El especialista aseguró que evitar la ingesta de alimentos a primera hora del día es un hábito pésimo, ya que ello ocasiona que el organismo deba trabajar al doble de su capacidad para compensar la falta de nutrientes y vitaminas.

Por otro lado, el directivo aseguró que dormir pocas horas también produce catastróficas consecuencias. “El sueño es indispensable; de ahí que de nueve a 12 de la noche tenemos que estar obligatoriamente descansando, puesto que éste es el periodo en que nuestro sistema inmunológico se regenera, se repara y recompone todas sus funciones”, aseveró.

El galeno indicó que un gran porcentaje de la población en México vive expuesto a padecer infecciones derivadas de leves cambios en el tiempo, es decir, en las condiciones atmosféricas, debido que posee un sistema inmune deteriorado como consecuencia de que su calidad del sueño es pésima.

“Lo que he tratado de sostener hasta ahora es que muchos de los problemas de los mexicanos los generan los pésimos hábitos de vida que mantienen durante su día a día. Quedarse 12 horas sin probar comida, no descansar lo suficiente e ingerir alimentos no saludables son factores comportamentales peligrosos, dañinos e indeseables para cualquier ser humano”, enfatizó Muñoz Espinosa.

Cuestión de enfoque

En opinión de Juan Carlos Muñoz, parte del problema sanitario que existe en México radica en que el modelo de atención clínico es reactivo, en lugar de ser preventivo; es decir, solo cuando ya se manifiestan síntomas es que se diagnostica y se trata de mejorar al paciente.

Muñoz Espinosa considera obligatorio que se cristalice un cambio de paradigma en el sistema de salud mexicano; para apoyar su aseveración expone un dato relevante: la propia industria aseguradora se ha visto rebasada en este renglón, puesto que apenas 2 por ciento de los gastos concernientes a los seguros de Gastos Médicos se emplea en medicina preventiva.

Por lo antes señalado, el expositor instó a las compañías de seguros a fomentar planes integrales y sistemáticos que permitan impulsar jornadas de medicina preventiva, ya que a través de este modelo operativo se estimula la participación activa de los asegurados, lo que se traduce en un cambio en el estilo de vida, con lo que se mejora la salud del cliente y también la de su entorno familiar, amén de las ventajas financieras que esto provee a todos.

Por último, el experimentado médico de seguros reconoció que el principal escollo al que se enfrenta México para transformar la enorme problemática en salud es la falta de interés para comenzar un proceso de evolución en el modelo de atención sanitaria, puesto que , los organismos públicos y el propio sector asegurador parecen no haber comprendido a cabalidad la magnitud del panorama descrito. Ante tal coyuntura, incitar a la población a vivir saludablemente debe ser no solo una premisa, sino una obligación.

“En México, es imperativo impulsar una verdadera cultura de prevención; sin embargo, esto solo se conseguirá si la población entiende que tiene que asumir en su vida cotidiana hábitos y conductas saludables”, concluyó Muñoz Espinosa.

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