¿AMLO dará el petróleo mexicano a Rusia? Pemex y EPN lo hicieron hace años
ace unos días el expanista y actual vocero de la campaña del PRI, Javier Lozano, advertía a los mexicanos del presunto apoyo ruso a Andrés Manuel López Obrador, llegando incluso a llamarlo Andrés “Manuelovich”. En ese momento la apuesta de Lozano era implantar “su preocupación” en los mexicanos, pero el objetivo se vio truncado cuando el propio AMLO usó las acusaciones como burla, siendo estas un candoroso regalo propagandístico que nadie esperaba.
El humor mexicano se había apropiado del tema Rusia y entre la misma clase política existía cierto pragmatismo de la presunta incursión rusa, pero todo cambió cuando el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, en visita oficial a México advirtió que «nosotros sabemos que Rusia tiene tentáculos en diferentes elecciones en el mundo, lo hemos escuchado de nuestros colegas europeos, y mi consejo para México es: presten atención a lo que está sucediendo».
Este comentario del secretario de Estado estadounidense vino a sumarse a una polémica generada en el estado de Puebla donde varios ciudadanos reportaron haber recibido llamadas en las que una grabación advertía que «AMLO quiere darle el petróleo a los rusos».
«Rusia compró el petróleo de Venezuela, López Obrador promete echar para atrás la reforma energética. ¿Por qué? Para hacer su voluntad con el petróleo de los mexicanos, que no se lo entregue a los rusos, no permitas que López Obrador traiga a ese enemigo ruso a probar nuestro suelo. Piénsalo y pasa la voz», se escuchaba en la grabación mandada a miles de ciudadanos en Puebla.
A pesar del miedo que se ha tratado de difundir de las versiones de Lozano, comentarios de Rex Tillerson y demás grabaciones para infundir el miedo en el país, la realidad es que, como dijera el periodista Enrique Galván Ochoa, los rusos ya llegaron a México y desde hace varios años.
Para muestra de ello hay que recordar que el 24 de enero de 2014, Petróleos Mexicanos (Pemex) y LUKoil –la compañía petrolera más grande de Rusia– firmaron un acuerdo que le abría la puerta a la petrolera rusa a tener injerencia en la riqueza petrolera de México.
«En el marco de la participación del Presidente Enrique Peña Nieto en el Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza, Petróleos Mexicanos y la empresa petrolera rusa LUKoil, suscribieron un acuerdo de cooperación que sienta las bases para trabajar de manera conjunta en temas relacionados con actividades de exploración y producción», se puede leer en el comunicado de Pemex.
El acuerdo, firmado por el exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, y el presidente de LUKoil, Vagit Alekperov, se llevó a cabo antes de que Trump llegara a la Casa Blanca. En ese entonces ni el presidente Enrique Peña Nieto, ni el actual canciller Luis Videgaray, ni el secretario de Economía y encargado en las negociaciones del TLCAN, Pedro Joaquín Coldwell, imaginaron que en Estados Unidos estallaría el escándalo ruso tanto en ese país como en México.
Pero esta firma no ha sido la única participación de LUKoil en México. El famoso acuerdo concretó, ya en julio de 2015, la firma de un contrato por el proyecto extractivo en el bloque Amatitlán, ubicado en Veracruz. Este bloque comprende un área aproximada de 230 kilómetros cuadrados, y se encuentra, costa adentro, a unos 64 kilómetros de Poza Rica; se calcula que posee cuatro mil 200 millones de barriles de petróleo crudo, y cerca de 3.33 billones de pies cúbicos de gas natural.
A la fecha, en el bloque se han perforado 24 pozos, 16 de los cuales están cerrados, cuatro están taponados y sólo tres permanecían en operación hacia 2015, cuando la rusa tomó control de los pozos.
Para enero de 2017 la petrolera rusa LUKoil se asoció con la compañía petrolera canadiense, Renaissance Oil, quien fue la primera en perforar suelo mexicano y en extraer petróleo de nuestro país. Al día de hoy, Lukoil posee el 50 por ciento de la operación del bloque veracruzano, y el resto está compartido en 25 por ciento proporcional entre la canadiense y la socia Marak Capital.
Está claro con esto que el mensaje amenazante del secretario de Estado Rex Tillerson, por cierto antes presidente de la empresa petrolera Exxon, no apuntaba a AMLO, más bien podría ser parte de un disgusto de los estadounidenses propiciado por el gobierno mexicano que permitió, desde hace varios años, que una compañía rusa se inmiscuyera en sus negocios.