Eva, la ingeniera veracruzana que conquistó al MIT
Eva Hernández es una joven emprendedora originaria de Xalapa, Veracruz, y es considerada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) como uno de los jóvenes innovadoresmenores de 35 años que tendrán mayor impacto en el futuro.
“La verdad me sorprendió muchísimo porque no me lo esperaba. Yo creí que ese tipo de menciones las ganaban súper doctores o personas de universidades súper prestigiosas. Entonces, el hecho de venir de una escuela pública, realmente fue muy motivador y ver que puedes hacer las cosas si te lo propones”, dijo a EL FINANCIERO la joven de 23 años.
La razón por la que una de las universidades más prestigiadas la destacara en su publicación MIT Technology Review, junto con más de 150 innovadores de otras partes del mundo, fue el sistema de detección de enfermedades vaginales que inventó la ingeniera bioquímica graduada del Instituto Tecnológico Superior de Coatzacoalcos, ubicada en el estado de Veracruz.
La ‘espinita’ por emprender en Eva, quien destaca haber cursado toda su educación en escuelas públicas, nació luego de haber formado parte de un proyecto universitario que fue reconocido en Rumania por la creación de un videojuego educativo.
Su siguiente paso fue ingresar al iLab Veracruz, un espacio en el que a través del desarrollo de habilidades tecnológicas y de negocios se crean empresas innovadoras con potencial de ser escalables.
“Desde la universidad tenía esas ganas de utilizar la ciencia para beneficio de todos y no de unos cuantos”, mencionó.
La ingeniera señala como inspiración a su familia, conformada por cuatro mujeres, pero principalmente a su madre.
“Dentro de mi historia, mi inspiración fue mi mamá. La incertidumbre a que padeciera una enfermedad grave fue lo que me llevó a crear este proyecto”, contó.
SOLUCIÓN DE BAJO COSTO
El producto desarrollado por Eva consiste en unas tiras no invasivas que detectan el 90 por ciento de las infecciones vaginales, a un costo hasta 25 veces menor de los productos que se encuentran en el mercado y que sólo son capaces de detectar una enfermedad.
Las tiras serían comercializadas en 20 pesos, mientras que los productos que se venden alcanzan un valor que va de 200, hasta 500 pesos.
“Nosotros desarrollamos estas tiras indicadoras que se añaden a la ropa interior o al pantiprotector y que detectan el flujo vaginal, y en un tiempo estimado de 5 minutos da un positivo o un negativo”, explicó.
Dependiendo el color es la infección que padece la usuaria.
De acuerdo con la emprendedora, el potencial de mercado es enorme: cerca del 90 por ciento de la población mundial femenina padece una infección vaginal en su vida.
Actualmente, el producto está en proceso de patente en México e India. Sin embargo el camino de Eva no ha sido fácil, pues al igual que otros emprendedores ha enfrentado el problema de encontrar fondos en el país.