DISMINUYEN PRONÓSTICOS DE CRECIMIENTO GLOBAL
Los factores que debe considerar un CEO al momento de tomar sus decisiones son incontables y de una naturaleza muy distinta. Existen, por ejemplo, situaciones geopolíticas ajenas a su control, cuyos efectos pueden reflejarse en el precio de algunas materias primas. En el otro extremo, hay cuestiones dentro de su ámbito de influencia, como la estrategia de distribución que debe seguir el negocio o las inversiones en tecnología que debe realizar.
Los resultados se desprenden de la sexta Encuesta de CEO en México y de la decimoctava Encuesta Global, que reflejan muy bien estos extremos y el efecto que ello tiene sobre el ánimo de quienes son responsables de guiar a las empresas al mejor puesto para sus accionistas.
Al analizar los resultados de ambas encuestas, uno de los primeros datos que salta a la vista es el contraste que existe entre el ánimo de los CEO del mundo y el prevaleciente en los de México.
Los resultados de la investigación global reflejan la cautela de los CEO sobre el futuro, debido a razones muy diversas, que incluyen la reciente y estrepitosa caída en los precios del petróleo, riesgos geopolíticos y la posibilidad de que los gobiernos impongan nuevas regulaciones a su sector o ajusten las cargas impositivas.
En México, la historia es diferente. A pesar del efecto que tienen los precios del petróleo en las finanzas públicas del país y su efecto en el tipo de cambio, los CEO consultados localmente se muestran más optimistas que sus homólogos del resto del mundo. Esto se debe a las reformas legales que fueron aprobadas entre 2013 y 2014 en sectores clave de la economía, como energía y telecomunicaciones, así como a la recuperación de la economía de Estados Unidos, el principal cliente de la economía mexicana. Sin embargo, una sombra de pesimismo se proyecta en este sentir, principalmente por asuntos del estado de derecho, como el combate a la corrupción, el riesgo de inestabilidad social y, por segundo año consecutivo, la carga fiscal.
Una gran similitud entre los CEO de México y sus pares del resto del mundo es la forma en que los nuevos modelos de negocio afectan el talante de los ejecutivos. Algo parecido sucede con otras tendencias que incluye la encuesta, como el uso de la tecnología digital, la diversidad dentro de las organizaciones y el desarrollo del talento.
Hacia dónde miran los CEO
En todo el orbe se vive una recomposición de las prioridades en términos geográficos. Para empezar, Estados Unidos desplazó este año a China como el país donde los CEO mundiales esperan el mayor impulso al crecimiento. Pero, en general, es justo decir que este cambio refleja toro, más grande: la confianza en el crecimiento económico global ha vuelto a recaer en las economías desarrolladas (Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, España) por encima de las emergentes (BRICS y México entre ellas). De acuerdo con el informe anual del Banco Mundial, el organismo recomienda tanto a países de altos ingresos como a aquellas en vías de desarrollo que lleven a cabo reformas estructurales, así como mejoras en las instituciones e infraestructura pública en función de promover el crecimiento y la creación de empleos.
A nivel local, el 67 por ciento de los CEO en México se refiere a Estados Unidos como uno de los países más importantes para su crecimiento durante los próximos 12 meses. Esto quizá no sea una novedad, y menos ahora que, con los bajos precios del petróleo, los consumidores estadounidenses tendrán más dinero para gastar, entre otras cosas, en productos manufacturados en México. Lo que sí representa una sorpresa es que el interés por China se duplicó entre los CEO de México, si se comparan los resultados de la encuesta actual y la del año pasado.
Uno de los aspectos que más pudo haber influido en este ánimo renovado es que el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 prevé el fortalecimiento de las relaciones económicas y políticas con la República Popular de China, con la que se busca facilitar el comercio, promover el intercambio comercial, cooperar en materia de investigación y desarrollo, entre otras cosas.
Las preocupaciones
El año pasado, los tres problemas que más le quitaron el sueño a los CEO del mundo fueron la sobrerregulación, el déficit presupuestal del gobierno y un posible aumento en la carga tributaria. Este año, la encuesta revela que la primera y la tercera preocupación se repiten, quedando en segundo lugar la falta de mano de obra calificada.
En México, sin embargo, la historia es distinta. Este año, los tres asuntos que tienen “muy preocupados” o simplemente “preocupados” al 83 por ciento de los CEO en el país son la carga tributaria, la corrupción y la inestabilidad social. Los tres asuntos empatan en primer lugar.
La carga tributaria aparece en segundo año consecutivo como el primer lugar de las preocupaciones. También llama la atención el ascenso que tuvo la corrupción, ya que el año pasado fue un problema que ocupó la quinta posición. La inestabilidad social, en cambio, ni siquiera figuró como un resultado preocupante en la edición anterior. Una explicación a estas inquietudes podría encontrarse en diversas circunstancias que se presentaron en distintos ámbitos del país, particularmente durante la segunda mitad del año pasado.
Nuevos modelos de negocio: oportunidades frente a amenazas
A pesar del optimismo que trasluce la percepción de los CEO mexicanos de que hay más oportunidades que amenazas, comparada con la muestra global, acusan el mismo nivel de preocupación por las tendencias que pudieran ser disruptivas o replantear su negocio, entre ellas, cambios en la regulación de la industria (61 por ciento), un incremento en el número de competidores destacados, directos e indirectos (47 por ciento), o bien cambios en la conducta del consumidor (47 por ciento). Los hábitos de consumo atraviesan una constante transformación gracias a la tecnología, así como a las perspectivas demográficas en el mundo en los próximos años.
De acuerdo con un informe de la ONU, en 2014 la población mundial alcanzó 7 200 millones, y se estima que para 2050 se agregarán más de 2 mil millones de habitantes. Este aumento en la población se producirá en las regiones menos desarrolladas.
En México se estima que para el 2020 habrá un incremento en las personas de 35 a 64 años, grupo que llegará a constituir el 37.15 por ciento de la población, según el Consejo Nacional de Población (Conapo).
Lo anterior representa retos importantes, pero también oportunidades para el entorno de los negocios. La industria farmacéutica o de la salud, por ejemplo, podría encontrar un amplio margen de oportunidad, ya que el incremento de la edad media de la población mundial, ligado al alargamiento de la esperanza de vida, requerirá innovadores servicios de atención al paciente y mejoras en los tratamientos actuales en enfermedades tales como diabetes o cáncer. Según estimaciones de la Federación Mundial de la Diabetes, para el 2020 habrá 380 millones de personas con este padecimiento en el mundo. Actualmente se calcula que existe un total de 240 millones de enfermos, de los cuales siete millones son mexicanos.
Los cambios demográficos y la creciente penetración de la tecnología en la vida diaria de las personas seguirán incidiendo de manera importante sobre el quehacer y propuestas de diversos sectores e industrias. Uno de ellos es el financiero, en el cual se observa un creciente uso de la banca móvil y de canales alternativos con modelos electrónicos como medios de pago (Paypal) y concesión de crédito (Funding Circle, Lending Club), entre otros.
Eso último refleja el sentir de los CEO en los resultados de esta edición, ya que el 48 por ciento de ellos en México, en contraste con el 32 por ciento a nivel global, consideran que vendrán competidores de la industria de la tecnología.
Del mismo modo, las alianzas estratégicas son un fenómeno que ha aumentado en los últimos años como parte del proceso de globalización, con el fin de crear y mantener ventajas competitivas. En los próximos años será posible observar no sólo la conformación de alianzas entre grandes empresas, sino también entre start-ups, o compañías de reciente creación, y corporativos más consolidados en el mercado.
Otro aspecto relevante es que la mayoría de los CEO considera probable que las empresas vayan más allá de las fronteras de su industria. México destaca sobre la muestra global, ya que del 64 por ciento de los encuestados que respondió que consideraban probable que las empresas vayan más allá de sus mercados en los próximos tres años, poco menos de la mitad respondió que ya lo hicieron, en tanto que un 17 por ciento dice que planea hacerlo.
Búsqueda de talento y clave para la competitividad
El informe anual de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) establece que un factor clave para el éxito económico en las empresas es su capacidad para afrontar los retos del futuro con una plantilla laboral diversa.
A partir de abril de 2015, en México se pondrá en marcha el Programa Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad 2014-2018, que obliga a que en el 3 por ciento de todas las vacantes laborales existentes en la administración pública federal se contrate a personas con discapacidad. Asimismo, el 66 por ciento de los CEO en nuestro país dijo contar con una estrategia para promover la diversidad y la inclusión de talento.
Según el Estudio de Saratoga Latinoamérica 2014-2015, realizado por PwC, la gestión de talento es uno de los puntos principales dentro de la agenda de los CEO, ya que los equipos directivos de las empresas reconocen que contar con el talento correcto es crítico para hacer que las estrategias del negocio se vuelvan ejecutables y “cobren vida”. Uno de los aspectos relevantes que maneja este estudio es que la retención y el compromiso de los empleados es en sí uno de los mayores retos de las empresas. En México en 2015 se identifica un decremento en el porcentaje de Desvinculación Voluntaria respecto a 2013-2014, que pasó de 8.9 a 5.4 por ciento. La desvinculación voluntaria se acentúa en la Generación Y; en México este año fue de 7.9 por ciento, mientras que en América Latina es de 4.8 por ciento. Por ello, dice el estudio, los CEO saben que contar con información que apoye la toma de decisiones relacionada con el talento humano es algo por demás esencial dentro de la agenda estratégica de las organizaciones.
Los resultados a nivel global mostraron que el 75 por ciento de los CEO entrevistados están preocupados por la disponibilidad de las habilidades clave dentro de sus organizaciones. Del mismo modo, del 85 por ciento de los CEO que cuentan con estrategias de diversidad de talento, poco más de la mitad considera que esto les ha ayudado a ser competitivos en nuevas industrias y mercados.
De acuerdo con los entrevistados en el estudio, existe un impulso significativo de incluir en sus esquemas de trabajo programas de educación continua con el fin de mejorar los perfiles de la fuerza laboral de sus empresas.
Acerca de la equidad de género
En México, hay un empuje importante de políticas para promover la diversidad cultural, con mayor énfasis en oportunidades laborales para el sector femenino. Actualmente, el sector femenino representa el 38 por ciento de la población económicamente activa del país y suman más de seis millones de trabajadoras dentro del sector formal de la economía. Uno de cada cuatro hogares tiene como cabeza a una mujer. Sin embargo, la representación que las mujeres tienen dentro de los mandos más altos de las organizaciones es mínima.
En este estudio, sólo 7 por ciento de los CEO en todo el mundo fueron mujeres. México está por debajo de esta línea de referencia, pues sólo el 5 por ciento de los participantes fueron mujeres. A pesar de ello, es un mejor número si se compara con Estados Unidos (4 por ciento), Alemania (3 por ciento) y Brasil (2 por ciento).
Para potenciar las oportunidades de trabajo de las mujeres, en agosto de 2014, el Instituto de las Mujeres (Inmujeres) y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) firmaron un convenio que, entre otras cosas, propone la creación del Certificado en Igualdad Laboral y No Discriminación, que se otorgará a los centros de trabajo que cuenten con prácticas de inclusión laboral, igualdad de oportunidades y no discriminación.
Si se toma en cuenta la realidad mundial, la ONU Mujeres y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas firmaron “Los Principios para el empoderamiento de las mujeres”, diseñados para ayudar a las empresas a la hora de examinar las políticas y prácticas que aplican –o a crear otras nuevas– en el ámbito del empoderamiento de las mujeres. Entre ellos figuran: promover la igualdad de género desde la dirección al más alto nivel; tratar a todos los hombres y mujeres de forma equitativa en el trabajo; respetar y defender los derechos humanos y la no discriminación y velar por la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores y trabajadoras.
Ante este escenario, muchas de las empresas más grandes e importantes de México han implementado novedosas estrategias para fomentar la diversidad, inclusión y retención de talento en sus filas. Por ejemplo, la firma Alstom tiene un Programa de Diversidad integrado por seis ejes: género, cultura nacional, formación académica, edad, condición social y capacidad o discapacidad. Una de sus acciones es promover los intercambios profesionales, cuenta Cintia Angulo, CEO de Alstom. Al respecto, afirma que “la diversidad es elemental para atraer y retener a los mejores talentos. También, para la combinación de perspectivas y estilos de liderazgo que adapten a la organización a los cambios del mundo”.