“México debe rescatar Pemex”
Porque sigue siendo la empresa más importante de la economía nacional y llegó a ser propiedad del Estado, gracias a la Revolución de 1910 y a la Constitución de 1917. Pero los gobiernos de 1917 a 1934 no pudieron o no quisieron expropiar la industria petrolera, en manos de las empresas extranjeras, ni más ni menos, las más poderosas del mundo: la Royal Dush y la Standar Oil, la inglesa-holandesa y la EUA, aquí de nombres El Águila y la Huasteca.
Con los antecedentes señalados, de 1933 a 1938 fue decisiva la lucha de los petroleros, desde abajo, para que el presidente Cárdenas, desde arriba, culminara la gran obra histórica el 18 de marzo de 1938, veamos:
En 1933 y 1934 los petroleros de ambas empresas llevaron a cabo grandes huelgas por demandas salariales; en 1935, con la ayuda del Sindicato ferrocarrilero, organizan el sindicato único de petroleros, integran 19 sindicatos pequeños de las dos enormes trasnacionales: la Royal y la Estándar; en 1936, el Sindicato -con la fuerza unificada- demanda la firma de un sólo contrato colectivo de trabajo (CCT), para todos los petroleros de la nación con el apoyo de la CTM; con el laudo a su favor, en 1937 se van a huelga general los petroleros, con el apoyo de la CTM (¡aquélla CTM!) para exigir el cumplimiento del laudo, en la vía conciliatoria se busca la solución, pero las poderosas empresas extranjeras se amparan ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la Suprema contra las extranjeras, en plana soberbia éstas desacatan el fallo en enero de 1938. Por lo cual el presidente Cárdenas declara la expropiación de la Industria Petrolera el 18 de marzo.
Varios historiadores omiten o minimizan la participación de los obreros y parten de la huelga de 1937, atribuyendo el mérito de la expropiación sólo al presidente Cárdenas. Sin duda, fundamental. Pero inviable, sin la obra de los petroleros, su unidad y organización, fundamentales.
La obra de los petroleros no fue aislada de 1935 a 1938, durante cuatro años se vivió el mayor movimiento de huelgas de la historia nacional: las de mayor calidad y trascendencia, porque fueron las huelgas de los jornaleros agrícolas de la Comarca Lagunera de 1936 las que hicieron posible la reforma agraria más grande América; la huelga general del SME en 1936 forjó el mejor CCT, ejemplo para los demás. No fue casual que de 1934 a 1940 crezca la sindicalización de 300 mil obreros a 900 mil, lo mismo que crecieron en calidad y cantidad los CCT en el cardenismo: todos los avances también fue obra de las luchas obreras
Para muchos el conflicto central de junio de 1935 fue Calles- Cárdenas, y dejan de lado la lucha obrero patronal de las huelgas, el conflicto de Monterrey por la huelga de la Vidriera, la lucha ferrocarrilera con la empresa extranjera con la huelga declarada inexistente que provoca un paro nacional encabezado por la CTM, la del SME y la trasnacional. En ese marco fue el conflicto internacional petrolero de clases. ¿O, no?
Muchos ignoran que después del 18 de marzo de 1938, siguió la lucha petrolera en varios planos. Aquí, las empresas extranjeras apostaron a que “México no podrá echar andar la industria petrolera”. Porque ellos tenían a todo el personal técnico, operativo y administrativo extranjero, mismo que el gobierno retiró. Entonces fueron ¡Los petroleros, quienes asumieron la operación de las industrias y las echaron andar!
El gobierno de Roosevelt de EUA, en 1939, reclamó a México que pagara la deuda petrolera en los plazos y montos que fijara un tribunal internacional, a lo que Cárdenas contestó: el petróleo mexicano es un asunto de soberanía nacional, por lo que no puede someterse a un mando que no sea nacional. Lo mismo le reclamó: ¿cómo México vende su petróleo a Alemania e Italia fascistas, los enemigos del mundo? A lo que Cárdenas dijo: “México lo hace, porque EUA e Inglaterra se niegan a comprarlo, y bloquean nuestro comercio internacional”. “Nos obligan a venderlo a ellos o a sacrificar nuestra economía y pueblo”. “En cambio, el gobierno de EUA -a través de Wall Street- financia la fabricación de tanques de Alemania, como un vil negocio”.
En efecto, el poder político de Cárdenas se apoyó mucho en las masas obreras, campesinas y populares. Pero mejor habría que decir: que los obreros, los campesinos y los sectores populares por decisión propia apoyaron el gobierno de Cárdenas. Porque la primera versión ve a las masas como borregos. En cambio, todos necesitamos ver la realidad y la lucha de clases desde varios ángulos, sobre todo, desde abajo, con la mirada e inteligencia de quienes libran sus luchas por sus intereses y derechos, lo mismo que los intereses y derechos de clase y la nación.
Los petroleros viven el dilema de AMLO: “México debe rescatar Pemex”. Sí, pero ese rescate requiere previamente el rescate del Sindicato y la forja de la unidad y organización de los obreros. Porque el rescate del Sindicato Petrolero debe ser obra de ellos mismos y para ellos. Desde abajo, no desde arriba, pues dejaría de ser obra de los trabajadores, de su unidad y organización, independencia y democracia.
Hoy la persona pública más repudiada de la nación es el líder oficial del Sindicato de Pemex (nunca electo por las bases por voto secreto), pero su cambio debe ser obra de los obreros de Pemex, no externa. La historia nos deja muchas enseñanzas, no para repetirlas, sino para aprenderlas y recrearlas en las circunstancias y el contexto actual.