MUJERES Y SEGUROS: SON CONSCIENTES DE LOS RIESGOS, PERO SIGUEN SIN ASEGURARSE

A pesar de que las mujeres mexicanas son muy  conscientes de los efectos colaterales de un acontecimiento adverso imprevisto e identifican los enormes riesgos financieros a los que están expuestas cuando ocurre un siniestro de cualquier índole, se muestran  apáticas o vacilantes al momento de adquirir un seguro.

Esto es lo que concluyen  los hallazgos que arrojó una investigación difundida por la compañía de seguros Mapfre denominada Las mujeres y los seguros. Para elaborar  este estudio, la firma contempló un universo de 14,340,084 mujeres, de edades comprendidas entre 18 y 78 años, pertenecientes a  los niveles socioeconómicos medio, medio-alto y alto que habitan en Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y las regiones Bajío, sur, sureste y norte.  El dato nodal es éste: se determinó que 47 por ciento de las mexicanas no cuenta con ningún tipo de seguro.

De acuerdo con el diagnóstico que compartió la firma de origen español, 76 por ciento de las mujeres entrevistadas afirmó que sufrió alguna eventualidad en la última década. En tal sentido, 50 por ciento señaló que perdió a un familiar,  25 por ciento quedó desempleada, 25 por ciento fue víctima de un desastre natural, 15 por ciento estuvo involucrada en un accidente de tránsito, 15 por ciento sufrió un robo y 15 por ciento se vio dañada económicamente por un fraude.       

En cuanto a las acciones que las mujeres tomaron para solventar la eventualidad financiera, 42 por ciento refirió  que utilizó sus ahorros, 22 por ciento dijo que empeñó alguna pertenencia y 17 por ciento admitió que vendió artículos personales.

La investigación de Mapfre continúa diciendo que una  de las prácticas más repetidas entre las mujeres cuando se  presenta un siniestro es acudir a solicitar préstamos. Al respecto, 19   por ciento de las consultadas señaló que solicitó apoyo económico a un familiar o a un   amigo; 13 por ciento solicitó crédito a una institución financiera, y 8 por ciento acudió a su trabajo para pedir  el salvavidas financiero.

La extensa pesquisa  de la compañía de seguros subraya que la eventualidad experimentada por las mujeres se traducía  en la búsqueda de mayores responsabilidades laborales, puesto que 17 por ciento de las encuestadas apuntó que se enfocó  en realizar más tareas domésticas y se dedicó a buscar actividades laborales adicionales para su pareja e hijos. Por si fuera poco, 16 por ciento de las afectadas  confesó que exploró la posibilidad de obtener un segundo trabajo.

En otro punto de la investigación se detalla que 23 por ciento de las mujeres interrogadas  aceptó que realizó una colecta entre amigos y familiares para solventar la emergencia económica.

Lo tienen, pero no lo usan

Un dato revelador que se especifica en el estudio de Mapfre es que al momento de sufrir algún tipo de siniestro  solo 10 por ciento de las mujeres utilizó su póliza de seguros.

Según el estudio que compartió la aseguradora, las eventualidades experimentadas por las mujeres encuestadas generaron  reacciones que no siempre fueron las más gratas, puesto que 63 por ciento de ellas se vio obligada a reducir su gasto familiar,  27 por ciento suspendió un viaje nacional, 22 por ciento canceló los planes de ampliar su casa, 19 por ciento optó por trabajar los fines de semana y 16 por ciento pospuso iniciar su negocio.

Otro punto que llama la atención en el diagnóstico de  Mapfre es el hecho de que, cuando las consultadas sufrieron un imprevisto, solo 7 por ciento de ellas buscó orientación financiera y fiscal.

En contraposición al comportamiento anteriormente descrito, 60 por ciento de las mujeres prefirió pedir consejos familiares,  29 por ciento buscó ayuda religiosa espiritual, 20 por ciento acudió a un psicólogo o psiquiatra, y solo 16 por ciento solicitó orientación legal.

¿A qué le temen?

El estudio de Mapfre hace hincapié en  los temores más grandes que tienen las mujeres en materia de riesgos. Del universo de encuestadas, 76 por ciento puntualizó que las discapacidades  físicas es la situación que menos desean sufrir. Asimismo, 71 por ciento admitió que la muerte de un familiar las atemoriza, y 50 por ciento reconoció que los secuestros son un foco de preocupación muy serio.

En lo que se refiere a las acciones que considerarían las mujeres para resarcir  un suceso dañino imprevisto, sobresalieron tres, que se distribuyeron así:  66 por ciento creyó que una respuesta adecuada sería tener ahorros; 32 por ciento, que lo mejor sería  contar con seguridad social, y solo 31 por ciento pensó que la mejor idea era tener contratada una póliza de seguro.

El estudio de la aseguradora alerta que entre los principales efectos emocionales y dificultades adicionales provocadas por un imprevisto económico destacan la frustración (31 por ciento), el insomnio (26 por ciento) y otras enfermedades (19 por ciento).

Por otro lado, el documento de investigación  especifica que a 70 por ciento de las mujeres le gustaría recibir ayuda psicológica o  psiquiátrica en caso de sufrir un imprevisto financiero, 42 por ciento desearía tener apoyo legal en ese momento y 46 por ciento querría  orientación médica.

Las coberturas que ellas prefieren

El reporte de Mapfre detalla que los seguros de Auto (33 por ciento) son la cobertura más contratada por las mujeres en México; paradójicamente,  añade la investigación, nunca se mencionaron los vehículos entre las preocupaciones principales de las mujeres.     

Posteriormente, el seguro de Vida (25 por ciento) se perfila como la cobertura más demandada por ellas,  seguida de coberturas de Salud (21 por ciento), Casa Habitación (5 por ciento), Ciberriesgos (4 por ciento), Educación (2 por ciento), Bolso Robado (2 por ciento) y Mascotas (1 por ciento).

Por último, Mapfre insiste en el hecho de que apenas 53 por ciento del universo de encuestadas aseveró tener un seguro para mitigar algún  riesgo. Para colmo, concluye la investigación, 80 por ciento de las mujeres que participaron en este estudio aceptó que el imprevisto económico  sufrido dañó su patrimonio.

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