¿Por qué es importante tener un buen agente de seguros?
En México existe una variedad importante de seguros que buscan cubrir necesidades diversas. De hecho, productos que aparentemente son muy parecidos, como el seguro de auto, pueden contener cláusulas que pueden hacer toda la diferencia de una aseguradora a otra. Lo mismo pasa con el servicio y el profesionalismo con el que se atienden los siniestros de sus asegurados: hay diferencias muy significativas.
Frecuentemente me contactan personas que dicen tener un problema con su seguro, o que no saben cómo dar seguimiento a su caso. Me he dado cuenta de que, en la enorme mayoría de los casos, eso es el resultado de no conocer la póliza y sus condiciones, ni tampoco los procedimientos para efectuar una reclamación.
Por eso es importante tener un buen agente de seguros, profesional y que esté disponible para guiarnos y apoyarnos en todo momento, desde detectar nuestras necesidades antes de ofrecernos un producto, explicarnos claramente lo que cubre y cómo lo cubre, pero también las exclusiones, hasta ayudarnos a efectuar una reclamación en caso de que necesitemos usar nuestra póliza. Desde luego, esto incluye un seguimiento puntual al estatus de nuestras pólizas, los pagos de prima y sus renovaciones.
Hay muchos buenos agentes de seguros así, que son verdaderos profesionales en lo que hacen. Yo tengo la fortuna de conocer y contar con la amistad de varios. Pero tristemente, hay muchísimos también que sólo se preocupan por vender, incluso sin conocer las necesidades de aseguramiento de sus clientes, con tal de ganar su comisión. Éstos hay que evitarlos a toda costa.
¿Cómo podemos encontrar un buen agente de seguros? Una forma es preguntar, pedir referencias de sus clientes. Pero también tenemos que entender que la función principal de un buen agente de seguros es asesorarnos, ayudarnos a detectar nuestras necesidades de protección. Eso significa que nos tiene que conocer, preguntarnos acerca de nuestra situación familiar, cuántos hijos tenemos, de qué edades, saber qué es lo que más nos preocupa, conocer nuestras prioridades, entender nuestra situación financiera. En otras palabras: escuchar.
Algunas veces he escrito en este espacio que las personas tenemos que saber asesorarnos. Esto significa nunca aceptar un consejo a ciegas. Nunca tomar una decisión sólo porque “el otro sabe más que yo”. Las decisiones siempre, siempre, las tomamos nosotros, eso nos debe quedar muy claro. Por ello tenemos que usar al asesor para entender la razón de su consejo, los pros y los contras, las alternativas que tenemos, las cuales debemos considerar para estar seguros de que estamos tomando una decisión informada. Esto es fundamental.
También es importante preguntar el alcance de sus servicios. ¿Cómo nos puede ayudar en caso de que la aseguradora no pueda hacer el cargo automático a nuestra tarjeta o cuenta bancaria, de tal forma que el seguro no se cancele? ¿Cómo da seguimiento a sus renovaciones? ¿Qué pasa en caso de que tengamos que usar nuestro seguro, nos puede ayudar en el trámite y seguimiento del siniestro?
Por otro lado, al presentarnos un producto que resuelva las necesidades que se detectaron en nuestra entrevista, ¿nos explica claramente cómo funcionaría ese seguro?, ¿qué cubre, cómo lo cubre y qué es lo que excluye?
Finalmente, es importante saber si el agente de seguros es miembro de alguna asociación como la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y de Fianzas (AMASFAC), que contribuye a su formación y profesionalización, además de promover entre sus asociados las mejores prácticas de mercado. Aunque no es garantía, sí es una señal importante.