Si se cae Pemex, se cae México

“No todos somos corruptos”. “Muchos tenemos cartas credenciales”. “Vivimos sólo de nuestro trabajo honesto”. Así de fuertes y de difíciles están las cosas adentro de Pemex. Luego entonces, la 4T de AMLO, la secretaria Nahle y Octavo Romero, en su afán equivocado, dicho por todo el mundo –S&P, JP Morgan, Citi, Moody’s, BBVA, etc.– de hacer ‘Pemex great again’ no sólo no han volteado a ver a los trabajadores, sino que hasta los están despreciando.

Me explico. Resulta que el 23 de enero pasado se les informó, mediante un correo interno, que el Consejo de Administración de Pemex había autorizado el nuevo tabulador de remuneraciones para el personal. El pero del tema es que con sóloocho días de anticipación se les notificó que su pago catorcenal llegaría reducido, quitándoles la posibilidad de tomar previsiones, por lo que muchos tuvieron dificultades para poder pagar colegiaturas, pago de hipotecas, entre otros compromisos.

Además, este nuevo tabulador prácticamente igualó los sueldos de mandos altos con mandos medios, registrando diferencias escalonadas entre niveles jerárquicos de 500 pesos por cada nivel. Olvidándoseles que un mando alto en Pemex detenta una responsabilidad legal relevante y se encuentra sujeto a riesgos, por su actuar, que inclusive podrían llevarle a verse emplazado en acciones legales por malas decisiones tomadas. La responsabilidad es tal, que dicho funcionario puede ser responsable de cientos y en ocasiones miles de vidas de gente que labora en actividades de alto riesgo en refinerías, plataformas o complejos petroquímicos.

Aunque los trabajadores aplauden la iniciativa de reducir costos y acabar con la corrupción, afirman que el equipo de Octavio Romero no tiene conocimiento, habilidades ni experiencia. Pero bueno, qué podríamos esperar después de ver el perfil de las ternas que para la CRE mandó la secretaria Nahle. Ah, y la cereza, el hoy director de Pemex no cumple con la Ley de Pemex, que exige años de experiencia en el sector o carrera afín. El agrónomo no cuenta ni con una ni con la otra.

Pemex, para la mayoría de los petroleros, es motivo de orgullo. Ojalá la 4T analice este tema, pues existe mucho personal capacitado que deben valorar y cuidar para lograr los objetivos planteados, porque si siguen como van, lo único seguro es que México seguirá como en el sexenio de EPN, con mucho discurso y nulos resultados que levanten a este país y terminen con la corrupción.

¿Aquí hay gato encerrado?

PEP de nuevo da de qué hablar y no para bien.

Resulta que adjudicará un contrato millonario por invitación restringida, y aunque invitó a cinco empresas, sólo a una dio su propuesta técnica y económica: Vera & Asociados (V&A), de la que fue socio fundador Luis Reynaldo Vera Morales hasta noviembre de 2018. El meollo de este asunto es que Vera Morales es el director ejecutivo de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), órgano desconcentrado de la Semarnat que regula y supervisa la seguridad industrial, operativa y protección al ambiente respecto de las actividades del sector de hidrocarburos. ¡Quiúboles! El contrato, que será por unos 4.3 mdp más IVA, es para los servicios de consultoría, para el seguimiento y monitoreo de un plan ambiental y social para los diversos activos de producción de PEP. Ojo, el director de ASEA dejó la firma V&A el año pasado, justo antes de que en la 4T le dieran su puesto.

En fin

Si siguen así, la baja de calificación para Pemex y el país será un hecho, y no será culpa de algún malqueriente del gobierno de AMLO, ¡sino de ellos mismos!

Volvamos a recordar lo que alguna vez le dijo Barragán Camacho, el del sindicato y segundo de a bordo de La Quina, a Miguel de la Madrid: si se cae Pemex, se cae México, y con ello el presidente. Y en este caso su popularidad y la posibilidad de pasar a la historia positivamente con su 4T. Sin Pemex y sin calificación no habrá dinero ni para viejitos ni ninis ni estancias infantiles o para dárselo directamente a las madres, vamos… para NADA.

O la célebre frase de Córdova Montoya, quien siempre le dijo a Salinas de Gortari: “No pasa nada” hasta que pasa, y cuando pasa, todo se pierde.

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