Lecciones del sismo que las aseguradoras te comparten
La escasa cultura de la prevención que tenemos los mexicanos, de vez en cuando recibe sacudidas importantes y nos hace replantearnos la necesidad de contar con alguna protección para nuestra vida, nuestro patrimonio personal y negocios.
El siniestro trajo daños importantes a la infraestructura de las cinco entidades más afectadas. De acuerdo con cifras oficiales, las consecuencias materiales ascendieron a 48 mil millones de pesos.
La empresa de seguros Sura recibió 2,487 reportes de siniestros. En este sentido, para la aseguradoras surgió la oportunidad de poner en marcha una novedosa metodología que permite identificar edificaciones con daños o averías no típicas, para conocer si son susceptibles para repararse o si requieren atención inmediata.
En definitiva, la experiencia demostró que uno de los sectores que más pérdidas registra , es el de las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Los sismos que sacudieron al país ocasionaron daños a la infraestructura y al inventario de 13,500 Pymes, de acuerdo con datos del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem).
La cifra cobra particular relevancia cuando recordamos la magnitud de este tipo de “pequeñas grandes empresas”, pues el sector Pyme representa el 99.8% del universo de unidades económicas de México, por tanto, las Pymes aportan el 42% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 78% de los empleos del país.
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Con este cúmulo de cifras que demuestran la importancia de la prevención, es momento de que hagamos una reflexión y nos preguntemos, ¿ha cambiado nuestra cultura de prevención tras los trágicos acontecimientos?, ¿hemos puesto cartas en el asunto para blindar ante cualquier siniestro nuestro patrimonio y el de uno de los sectores pilares de nuestra economía como las Pymes?
En cuanto a las cifras de aseguramiento de inmuebles asignadas a terremotos, reportan que al 15 de agosto de 2018, se ha pagado el 82% de las 73 mil 124 solicitudes de indemnización de coberturas de daños que se recibieron tras los seísmos de septiembre, como lo ha confirmado la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
El mercado asegurador está obligado a dirigirse con la mayor claridad posible, con el fin de generar confianza, certidumbre y una visión diferente en la población.
El objetivo es que consideren a las aseguradoras más como un aliado que brinda tranquilidad a su actividad cotidiana y no un gasto ligado a la desconfianza.