Pemex sabía de yacimiento ‘nuevo’ pero prefirió subastarlo a empresas extranjeras: Rocío Nahle
Luego de que Petróleos Mexicanos anunciara el descubrimiento de el Zama-1, un yacimiento de petróleo en la era de la reforma energética, legisladores de Morena señalaron que se trata de una simulación, pues hace tiempo que se tenía información de su existencia.
Según Rocío Nahle, coordinadora de Morena en San Lázaro, “desde que se inició el proceso de la Reforma Energética, el cuarto de datos reservados y estratégicos de Pemex, como el que tienen todas las grandes empresas petroleras internacionales, ya sabía de éste y de otros yacimientos y sólo los pusieron a subasta”.
“Los que somos ingenieros petroleros, los que conocemos a Pemex, sabemos desde hace años que en el archivo geológico estratégico de la empresa esa reserva ya se tenía considerada como de la nación, pero hoy se entrega a los accionistas de las empresas, que por lo menos debemos saber quiénes son”, afirmó a El Financiero.
Según el vicecoordinador de Morena, Vidal Llerenas, lo que sucede es que Pemex argumentó que no tenía recursos para invertir en esa exploración y perforación, y que debía hacerlo una empresa privada.
“Pemex sí cuenta con la capacidad técnica y con la tecnología misma para explotar este recurso en aguas someras, y debió haber hecho un esfuerzo de inversión para que la renta que se obtendrá de estos yacimientos fuera sólo para México, ya que ahora se tendrá que compartir con otras empresas extranjeras”, indicó.
Por otro lado, Mario Delgado, senador de Morena, apuntó que lo realmente importante son los vínculos de los que serán beneficiarios de la explotación, como la compañía mexicana Sierra Oil & Gas, vinculada con Jerónimo Gerard, cuñado de Carlos Salinas de Gortari y con el actual director de Pemex, José Antonio González.
Advirtió que se debe tener cuidado con la letra chiquita de los contratos resultado de la Reforma Energía, pues mientras se ofreció que el Estado mexicano se quedaría con el 68.9 por ciento de las ganancias, también se prevé un “mecanismo de ajuste” que podría llevar a sólo obtener el 40 por ciento de las ganancias.