¿CÓMO ES QUE “HEREDAMOS” LA OBESIDAD?
Cualquier persona que se realice un análisis genético para determinar posibles enfermedades, saldrá con alto riesgo en muchas de ellas y, si es mexicana, ese riesgo será altísimo en cuanto a obesidad y diabetes; no obstante, se sabe ahora, tenemos una posibilidad de salvación a pesar de nuestros genes, que es la de REDUCIR AL MÍNIMO los factores que promueven su presencia en nuestro cuerpo.
En el caso de la obesidad –“pandemia que actualmente vivimos en México”– a los factores que las desarrollan se les llama Obesigénicos. Son los que impulsan la obesidad y se encuentran en nuestro entorno.
Así, por ejemplo, la propia familia puede ser un factor obesigénico, y no es por el clásico enunciado: “Aquí, todos los Pérez somos gorditos”, sino más bien que los Pérez, cuando se reúnen, lo hacen exclusivamente para comer y todas sus demostraciones de amor las hacen mediante comidas: si se gradúa el nieto, la abuela prepara una comida; si es su cumpleaños, ese día hay mole en la casa, y si el niño llora, le dan una paleta.
Es de ese modo que empezamos a “heredar la obesidad”.
El equipo de trabajo también puede ser un factor obesigénico. Si nos toca estar al lado del escritorio de la clásica que tiene una tiendita en su cajón, seremos candidatos a subir de peso, ya que tendremos alimentos altos en calorías a nuestra disposición listos para aminorar el estrés.
Otro factor es nuestra propia estructura y relación con la comida. Una persona con obesidad tiene poca estructura en sus alimentos. Generalmente sale de casa sin planear nada respecto de sus alimentos y es típico que en consulta te diga: “Es que no venden nada sano cerca de mi oficina”. Pero aunque lleve 10 años trabajando en el mismo lugar, no se le ocurrirá llevarse algo sano de su casa para comer. Y entonces resultan dos cosas: o come de lo que venden cercano, aunque no sea sano, o no come nada. Claro, cuando llega a casa come en exceso, y todo lo que encuentra a su paso.
En el caso de la relación con la comida ya vimos que la familia tuvo mucho que ver y ahora el individuo resuelve su estrés, su tristeza o su desamor a través de comida.
El conocimiento también es uno de estos factores. Aunque está demostrado en múltiples estudios que la mayoría de los individuos que padece obesidad tiene los conocimientos teóricos acerca de cómo debe llevar su dieta para bajar de peso, no lo lleva a cabo.
Lo que yo recomiendo es:
- Deja de pensar en soluciones rápidas o mágicas, que solo te harán perder tiempo y dinero y te generarán frustración
- Haz una lista de tus malos hábitos y de los factores obesigénicos a tu alrededor
- Acepta que esa condición es tu responsabilidad, lo cual te llevará a dar alguna solución a tu lista anterior de malos hábitos, y no promuevas los factores obesigénicos en tu familia o entorno.
- Evita programas estrictos o muy limitados en calorías. Está comprobado que un régimen limitado en calorías te lleva al hambre y posteriormente a comer en exceso, o bien a tener un atracón de alimentos ricos en calorías.
- Realiza ejercicio físico al menos media hora y/o 10,000 pasos al día
- Asesórate con un nutriólogo y supervisa que tenga título y cédula profesional. Cuidado: en México es frecuente que alguna persona tome un curso o diplomado y en unos cuantos meses esté dando consulta .
- Ponte metas realistas y alcanzables