El fortalecimiento de Pemex
La semana pasada, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público(SHCP) anunció un paquete de tres medidas encaminadas a mejorar el perfil de liquidez de Pemex, que se deterioró significativamente en los últimos meses a partir de la fuerte caída de los precios del petróleo, así como otros aspectos históricos como la muy alta carga fiscal que siempre ha enfrentado y sus respectivas consecuencias. El paquete consistió en tres medidas: (1) Una inyección de capital de 26.5 miles de millones de pesos (mmdp); (2) el intercambio de 47 mmdp del pagaré no negociable que SHCP otorgó a Pemex en diciembre del año pasado por concepto de absorción del pasivo laboral, a cambio de bonos gubernamentales que podría vender; y (3) una flexibilización del régimen de deducciones fiscales que podría resultar en ahorros para Pemex de hasta por 50 mmdp. Cabe destacar que tanto la medida (1) como la (2), estarán sustentadas con el remanente de operación que la Junta de Gobierno del Banco de México decidió otorgar al gobierno federal, por lo que no representarán ningún tipo de carga adicional al gasto público. Estas medidas se unen a otras que ya se habían anunciado anteriormente.
Cabe destacar que, juzgando por la buena dinámica que han observado los Credit-Default Swaps o CDS (Seguros por impago de deuda) de Pemex, los participantes de los mercados financieros globales han recibido con beneplácito las medidas que se han adoptado, así como las que se anunciaron la semana pasada.
En mi opinión, el paquete de medidas anunciadas la semana pasada se complementa con las que se anunciaron anteriormente, como el cambio del cuerpo administrativo, así como el programa de reducción de costos y la aprobación de líneas de crédito con la banca de desarrollomexicana. El 8 de febrero pasado, el presidente Peña Nieto designó a José Antonio González Anaya como director General de Pemex.
González Anaya, cuenta con una vasta experiencia tanto en el sector público, como en la academia y en el Banco Mundial. Ocupó altos niveles jerárquicos en SHCP (Subsecretario de Ingresos) y el IMSS (Director General), entre muchos otros. González Anaya es ingeniero y economista graduado del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y obtuvo el grado de Doctor en Economía por parte de la Universidad de Harvard. El primer paso que dio González Anaya como Director General de Pemex, en coordinación con SHCP, fue un recorte de gasto equivalente a 100 mmdp. Esta reducción está concentrada en la racionalización de proyectos de inversión, eliminando los que tienen retornos muy bajos o hasta negativos. Asimismo, dándole la importancia que tienen los proveedores y contratistas de Pemex, obtuvo la aprobación de líneas de crédito por 15 mmdp con Nafin y Bancomext, para hacer frente a pagos atrasados. Todas estas medidas podrían llegar a proveer hasta 238.5 mmdp.
No hay duda de que Pemex es una empresa solvente. El EBITDA (utilidad antes de impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de Pemex ha sido más que suficiente para cubrir todos los costos en los que incurre la empresa por más de 75 años. Esto refleja dos aspectos importantes: (1) Altos márgenes. El año pasado, por ejemplo, el margen como porcentaje del EBITDA fue de poco más de 22 por ciento. Un cociente similar al de la mediana de empresas petroleras con calificación crediticia “A”; y (2) muy alta carga fiscal, que ha propiciado que la compañía observe un alto cociente de endeudamiento, debido a que para sostener su producción, necesitaba fondear sus proyectos vía deuda al no contar con recursos propios. En este contexto, anticipo que los retos hacia delante estarán concentrados en incrementar el valor de la compañía vía reducción de costos, decisiones de inversión muy bien pensadas y una carga fiscal menor. Todo esto estaría alineado a obtener un balance general con activos de mayor valor, un menor nivel de deuda y mayor capital.
En mi opinión, el paquete de apoyo anunciado la semana pasada permitirá a Pemex a resolver su problema de liquidez de corto plazo.
Asimismo, el Secretario Videgaray ha sido muy enfático en el apoyo que el gobierno le va a brindar a Pemex, siempre vigilando que no se vulneren las finanzas públicas del país. Hacia delante, considero que la administración actual de Pemex tiene el conocimiento, la capacidad y la visión de largo plazo que se requiere para enfrentar los retos estructurales futuros y poder beneficiarse en mayor medida de la reforma energética.