Virus zika, ¿una amenaza económica global?
El virus del zika, que apareció por primera vez en 1947, se está convirtiendo en la nueva amenaza que la población mundial tiene que enfrentar. Aunque los casos de contagio se han dado principalmente en América Latina y el Caribe, y aún no se conocen todas las consecuencias de esta enfermedad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya declaró la emergencia sanitaria internacional, como hizo con el ébola en 2014.
El virus podría infectar a entre 3 y 4 millones de personas en América, incluidos 1.5 millones en Brasil. “El virus del zika es altamente sospechoso de causar defectos congénitos”, dijo un experto de la OMS el pasado lunes.
La expansión acelerada de estos virus, como el ébola, el síndrome agudo respiratorio severo (SARS) y el zika suponen un riesgo para la economía global. Un estudio de la aseguradora británica Lloyd’s señala que las pandemias humanas pueden tener un costo de hasta 592,000 millones de dólares en los próximos 10 años.
Una serie de catástrofes, tanto naturales como provocadas por el hombre, pueden poner en riesgo el crecimiento de hasta 300 ciudades en todo el mundo y causar pérdidas de hasta 4.6 billones de dólares (bdd) en la década siguiente.
El mismo estudio afirma que sólo las pandemias humanas podrían costar alrededor de 591,810 millones de dólares en ese mismo periodo.
En Estados Unidos, funcionarios de salud de Texas reportaron el primer caso de transmisión del virus. El contagio, dijeron, fue a través del contacto sexual con una persona que estuvo en Venezuela, y no por la picadura de un mosquito. Esto afirma que el contagio también se da vía contacto sexual.
En México se confirmaron 21 casos de contagio; de los cuales, 18 se dieron en el país y tres en el extranjero.
México gasta 6.4% de su Producto Interno Bruto (PIB) en salud, por debajo del promedio mundial de 10%, según el estudio Perspectivas de Ciencias de la Salud 2016, elaborado por la firma de servicios profesionales Deloitte.
Los casos de ébola y SARS
Aunque el virus del zika aún no es considerado por ninguna organización de salud o gobierno como una epidemia o pandemia, cada día toma mayor relevancia. En su momento, otras enfermedades contagiosas y de rápido crecimiento, como el ébola y el SARS, tuvieron costos económicos en sus lugares de origen.
Un ejemplo fue lo ocurrido en 2003 en Hong Kong, China, según Lloyd’s. La epidemia del SARS en 2003 tuvo un costo económico importante. El PIB de la región cayó 2.6% y el desempleo se elevó 8.7%. Además, el consumo cayó 50%.
La epidemia comenzó en la provincia de Guangdong, en China, en noviembre de 2002, y llegó a Hong Kong en febrero de 2003. En el momento en que la enfermedad estaba contenida, en julio de 2003, se habían detectado 1,755 casos en Hong Kong , incluyendo 299 muertes.
Según Lloyd’s, que cita estudios, el SARS pudo haber causado pérdidas económicas globales hasta por 150,000 millones de dólares (mdd).
Otro caso fue el ocurrido con el virus del ébola. Un informe del Banco Mundial detalló que las economías más lastimadas por el virus fueron Guinea, Liberia y Sierra Leona, donde se estimó que hubo un impacto económico severo de 1,600 mdd, equivalente a 12% de sus PIB combinados.
Hasta enero de 2015, más de 8,000 personas habían muerto por el virus.
Tras el brote de ébola en 2014 , el Banco Mundial anunció planes para crear un fondo de emergencia pandémica, siguiendo el modelo de los mecanismos de financiación relacionados con los desastres similares, tales como su Fondo de seguro contra catástrofes en la costa del Oceáno Pacífico. “Nuestro objetivo es trabajar con socios para crear un instrumento financiero que desembolse rápidamente una gran cantidad de fondos dentro de las ocho horas, no en ocho meses, para combatir un brote que cumpla con ciertas características”, dijo en agosto de 2014 el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, quien también es un médico especializado en enfermedades infecciosas.
Prevención
Debido a que el virus del zika ha sido declarado como una emergencia sanitaria mundial, la misma OMS comparte cuatro recomendaciones para prevenir el contagio.
Cubrir el cuerpo: Para ello se pueden utilizar repelentes de insectos, ropas (preferentemente de colores claros) que cubran el cuerpo tanto como sea posible, barreras físicas como mosquiteros o el cierre de puertas y ventanas.
Limpieza: Es importante vaciar, limpiar o cubrir los utensilios que puedan acumular agua, como cubos, macetas o neumáticos, eliminando así lugares de cría de mosquitos.
Ayudar: Hay que prestar especial atención y ayuda a quienes no pueden protegerse adecuadamente por sí solos, como los niños, enfermos y ancianos.
Fumigación: Durante los brotes, las autoridades sanitarias recomiendan la fumigación con insecticidas. Este tipo de productos también se pueden utilizar como larvicidas para tratar recipientes de agua relativamente grandes.